Cuando uno va a esquiar, experimenta sensaciones díficiles de ver en el mundo competitivo y egoísta donde vivimos.
Sale la bondad, la generosidad y la comprensión que llevamos dentro.
Si una persona se cae, alguien hay para ayudarle a levantarse, a ponerse un eskí o llamar a urgencias si lo necesita.
No sé si es la nieve, que con su blancura y la pureza, no hay ninguna palabra más elevada de lo normal. Y que los únicos golpes que puedes ver, no son actos de violencia tipo "roky", sino lesiones de rodilla o hombro producidas por la torpeza de los incautos.
Ver como los niños se deslizan con soltura por las laderas heladas, aparece en tí la sensación que el tiempo es fugaz.
También alguno que otro entrado en años, eskía mejor que tú. La vejez no la marca el carné sino el espíruto.
Decir a uno mismo yo puedo , yo valgo y porque no!! tienen que ser las cuestiones que mueven nuestra vida y no llorar por las esquinas pensando lo que podría haber sido y no fue. Arriesgar es luchar por lo que uno quiere.
La nieve, el espiruto que emana, se lo recomendaría a todos aquellos aquejados de los malícia del estresssssssssssssssssssssss
miércoles, 1 de abril de 2009
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2 comentarios:
Me cuesta creer que yendo Javi no se hayan visto "actos de violencia".
jejeje
no no se ha caido
si a la velocidad de las tortugas dificil es caerse bien bien
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